Qué es el dolor crónico

Todo el mundo experimenta en algún momento de su vida dolores y molestias ocasionales. De hecho, el dolor es una reacción vital del sistema nervioso que alerta sobre posibles lesiones. Cuando ocurre una lesión, las señales de dolor viajan desde el área lesionada hasta la médula espinal y de ahí hacia el cerebro.

El dolor generalmente se irá volviendo menos intenso a medida que la lesión se cure hasta desaparecer por completo. Sin embargo, el dolor crónico es diferente del dolor típico. Con el dolor crónico, su cuerpo continúa enviando señales de dolor a su cerebro, incluso después de que se haya curado una lesión. Este dolor puede durar varias semanas o años. El dolor crónico puede limitar su movilidad y reducir su flexibilidad, fuerza y resistencia. Esto puede hacer que sea difícil superar las tareas y actividades diarias.

El dolor crónico se define como el dolor que dura al menos 12 semanas, puede sentirse como un dolor agudo o sordo, causando una sensación de ardor o dolor en las áreas afectadas. Puede ser constante o intermitente, yendo y viniendo sin ninguna razón aparente. El dolor crónico puede afectar a cualquier parte de su cuerpo y puede sentirse diferente en las diversas áreas afectadas.

Algunos de los tipos más comunes de dolor crónico son:

Dolor de cabeza

Dolor postquirúrgico

Dolor postraumático

Dolor de espalda baja

Dolor de cáncer

Dolor de artritis

Dolor neurológico (dolor causado por daño nervioso)

Dolor psicógeno (es el dolor que no es causado por enfermedad, lesión o daño nervioso)

Más de 1.500 millones de personas en todo el mundo tienen dolor crónico. Es la causa más común de discapacidad a largo plazo en los Estados Unidos donde afecta a unos 100 millones de personas.

¿Qué causa el dolor crónico?

El dolor crónico generalmente es causado por una lesión inicial, como un esguince o un tirón muscular. Se cree que el dolor crónico se desarrolla después de que los nervios se hayan dañado. El daño a los nervios hace que el dolor sea más intenso y duradero. En estos casos, tratar la lesión subyacente puede no resolver el dolor crónico.

En algunos casos, sin embargo, las personas experimentan dolor crónico sin ninguna lesión previa. Las causas exactas del dolor crónico sin que existan lesiones no se conocen bien. El dolor a veces puede ser el resultado de una afección de salud subyacente, como:

Síndrome de fatiga crónica: caracterizado por cansancio extremo y prolongado que a menudo se acompaña de dolor.

Endometriosis: un trastorno doloroso que ocurre cuando el revestimiento uterino crece fuera del útero.

Fibromialgia: dolor generalizado en los huesos y músculos.

Enfermedad inflamatoria intestinal: un grupo de afecciones que causan inflamación crónica dolorosa en el tracto digestivo.

Cistitis intersticial: un trastorno crónico marcado por presión y dolor de la vejiga.

Disfunción de la articulación temporomandibular: una afección que causa dolor al hacer clic, estallar o bloquear la mandíbula.

Vulvodinia: dolor crónico de vulva que ocurre sin causa obvia.

¿Quién está en riesgo de sufrir dolor crónico?

El dolor crónico puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en adultos. Además de la edad, hay otros factores que pueden aumentar su riesgo de desarrollar dolor crónico como por ejemplo:

Tener una lesión.

Tener cirugía.

Ser mujer.

Tener sobrepeso u obesidad.

¿Cómo se puede tratar el dolor crónico?

El objetivo principal del tratamiento es reducir el dolor y aumentar la movilidad. Esto ayuda a los pacientes a regresar a sus actividades diarias sin molestias.

Los médicos crean planes de manejo del dolor específicos para cada paciente pues la gravedad y la frecuencia del dolor crónico son diferentes en cada persona y habrá que tratarla según sus síntomas o condiciones de salud subyacentes.

Medicamentos para el dolor crónico.

Hay varios tipos de medicamentos que pueden ayudar a tratar el dolor crónico. Aquí vemos algunos ejemplos:

-Analgésicos de venta libre, que incluyen paracetamol o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como la aspirina (ácido acetilsalicílico) o el ibuprofeno.

-Analgésicos opioides, que incluyen morfina, codeína e hidrocodona.

-Analgésicos adyuvantes, como antidepresivos y anticonvulsivos.

-Procedimientos médicos para el dolor crónico.

Ciertos procedimientos médicos también pueden aliviar el dolor crónico. Un ejemplo de unos pocos son:

-Estimulación eléctrica, que reduce el dolor al enviar descargas eléctricas leves a los músculos.

-Bloqueo nervioso, mediante una inyección se evita que los nervios envíen señales de dolor al cerebro.

-Acupuntura, que consiste en pinchar ligeramente la piel con agujas para aliviar el dolor.

-Cirugía, que corrige las lesiones que pueden haberse curado incorrectamente y que pueden estar contribuyendo al dolor.

-Remedios de estilo de vida para aliviar el dolor crónico

-Además, varios remedios de estilo de vida están disponibles para ayudar a aliviar el dolor crónico.

Por ejemplo:

-Terapia física

-Tai Chi

-Yoga

-Arte y musicoterapia

-Terapia con mascotas

-Psicoterapia

-Masaje

-Meditación

Lidiando con el dolor crónico

No existe una cura para el dolor crónico, pero se puede llegar a manejar con éxito. Es importante cumplir con su plan de manejo del dolor para ayudar a aliviar los síntomas.

El dolor físico está relacionado con el dolor emocional, por lo que el dolor crónico puede aumentar sus niveles de estrés. Desarrollar habilidades emocionales puede ayudarlo a sobrellevar cualquier estrés relacionado con su condición. Estos son algunos pasos que puede seguir para reducir el estrés:

Cuide bien su cuerpo: coma bien, duerma lo suficiente y haga ejercicio regularmente, estos pasos pueden mantener su cuerpo sano y reducir la sensación de estrés.

Continúe participando en sus actividades diarias: puede mejorar su estado de ánimo y disminuir el estrés participando en actividades que le hagan disfrutar y socializando con amigos. El dolor crónico puede dificultar la realización de ciertas tareas. Pero aislarse puede brindarle una perspectiva más negativa de su afección y aumentar su sensibilidad al dolor.

Busque apoyo: los amigos, la familia y los grupos de apoyo pueden ayudarlo y ofrecerle consuelo en los momentos difíciles. Ya sea que tenga problemas con las tareas diarias o simplemente necesite un impulso emocional, un amigo cercano o un ser querido puede brindarle el apoyo que necesita.