El papel del sueño cuando se padece fibromialgia

La fibromialgia es una enfermedad de origen desconocido que aparece sin causa aparente, aunque algunos estudios la relacionan su aparición con algún episodio traumático anterior, situaciones de estrés prolongado o incluso procesos infecciosos o factores genéticos.

Es considerada como una enfermedad reumática y tiene gran cantidad de síntomas entre los que destacan el dolor difuso en músculos y articulaciones, fatiga no debida al esfuerzo, dolor de cabeza, ansiedad, problemas cognitivos e insomnio y sueño no reparador.

El insomnio y el sueño no reparador que padecen más del 90% de los pacientes de fibromialgia tienen una gran importancia pues son una causa muy importante del dolor y sobre todo de la fatiga. Estos síntomas se van uniendo entre ellos, encadenándose:

La severidad de los trastornos del sueño, ha sido relacionada con la severidad del dolor y el aumento de los puntos gatillo (puntos dolorosos sensibles a la presión). Además muchos estudios vinculan los trastornos del sueño con cambios drásticos de humor y con depresión.

Los pacientes con fibromialgia muestran una reducción del umbral del dolor, es decir, el mismo estímulo que no provoca ningún dolor a un paciente sano a ellos si se lo produce y muestran más activación neural.

En las vías nerviosas periféricas del paciente con fibromialgia se detectan concentraciones elevadas de los neurotransmisores del dolor que repercuten en la percepción del mismo (tálamo y corteza somatosensorial), así como en las emociones y la gestión del estrés (amígdala e hipotálamo).

Todas esas alteraciones hacen que el sistema nervioso central experimente una sensibilización anómala que provoca una sensación de dolor desproporcionada y persistente, aun cuando el origen del daño desaparece, lo cual convierte el dolor en si mismo en una enfermedad.

El insomnio y un sueño no reparador provocan que estemos más fatigados, esta fatiga hace que estemos más irritables, enfadados y estresados, el estrés y la irritación provocan dolor y más sensibilidad en los puntos gatillo, el dolor hace que no durmamos bien y que nuestro sueño no sea suficientemente reparador y así podemos seguir en un círculo que no tiene fin salvo que ataquemos a los síntomas en conjunto con un buen plan.

¿Qué podemos hacer?

Al tener tantos síntomas, debemos planificar un tratamiento que cubra el máximo de ellos y utilizar todas las herramientas que hoy tenemos a nuestra disposición.

Fármacos:

Su médico, una vez haya hecho todos los estudios y análisis necesarios le propondrá un tratamiento con fármacos como analgésicos, antiinflamatorios, algún antidepresivo, etc.

Vea aquí como es y como funciona la terapia de ventosas.

Fisioterapia:

Un buen fisioterapeuta puede ayudarle mucho a mejorar su estado tratando su dolor, rigidez, contracturas, etc., con masajes específicos, acupuntura, terapia de ventosas o electroestimulación.

Ejercicio:

También le aconsejará algunos ejercicios que le ayudarán a reducir la rigidez matutina y a mantener el tono muscular. El ejercicio además hace que nuestro cerebro segregue endorfinas lo que hace que nos sintamos mejor anímicamente.

Los mejores ejercicios para personas con fibromialgia son aquellos que no supongan un gran esfuerzo ni causen impacto sobre las articulaciones, por ejemplo: tai-chi, yoga, pilates suave o natación.

Meditación:

Aprender a meditar le puede ser de gran ayuda para controlar el dolor y mejorar su sueño.

Ejercicios como la respiración consciente son fantásticos para aliviar su dolor en momentos de crisis relajando sus músculos y nervios haciendo que el dolor se disipe.

También le ayudará a aprender a controlar su estrés, un foco importante de dolor y malestar.

Suplementos naturales:

Existen multitud de suplementos naturales que le ayudarán con el sueño, el dolor y todos los demás síntomas de su fibromialgia y al ser precisamente naturales, pueden ayudarle a reducir los fármacos que tantos efectos secundarios tienen y que en muchos casos son muy adictivos.

• 5-HTP con L-triptófano, extracto de Lúpulo y vitaminas B1, B6, B9, B12.

Le ayudará con los problemas de sueño, dolor, rigidez matutina y la ansiedad.

• Melatonina, Valeriana, Tila, Pasiflora.

Cápsulas a base de plantas de acción antiespamódica, analgésica, antioxidantes y relajantes que generan efectos sedantes naturales para ayudarle a dormir mejor y descansar adecuadamente.

• Spray de aromaterapia para pulverizar en la almohada a base de lavanda.

Fragancia a base de lavanda para pulverizar en la almohada antes de dormir. Es una ayuda natural para relajar su cerebro y ayudarle a conciliar un sueño profundo y reponedor sin productos químicos ni perfumes dañinos.

Vea aquí más plantas que ayudan a combatir el dolor articular y muscular.